Lo primerísimo de todo que tienes que tener es un equipo a la altura de las circunstancias, evidentemente. Con una buena tarjeta gráfica y componentes.
Lo primero que tenemos que buscar es el formato. Los hay de 16:9 que se han convertido en el standard y, por ende, los que mejor relación calidad precio tienen en este momento. También tenemos los 21:9 que son muy panorámicos e ideales para shooters y carreras ya que tienes un mayor campo de visión en primera persona, y bueno, también para el resto de juegos. En mi opinión son los ideales para jugar. Y también tenemos los 32:9 que son un flipe, pero también son los más caros.
A la hora de elegir un formato también deberemos de elegir un tamaño ya que no será lo mismo 24” en 16:9 que en 21:9 o 32:9. 24” en 16:9 es lo mínimo para jugar a mi parecer. Mientras que en 21:9 como mínimo buscaremos un 29” y yo creo si lo elegimos más grande de 34” ya nos iríamos a un formato curvo para no tener que estar moviendo la cabeza. Y en 32:9 lo más utilizado son 49” y yo aquí sí que recomiendo encarecidamente que sea curvo.
Una vez que tengamos claro el formato y el tamaño es hora de buscar la mejor resolución. Aquí hay una cosa clara, cuanto más mejor pero también es más caro. Así que FullHD sería para un monitor de entre 24” y 27”. A partir de 29” ya buscaríamos uno WQHD o QHD que en lo que a resolución se refiere es lo mismo 2560X1440, pero QHD se utiliza para formato 16:9 y WQHD es para formato de 21:9 y 32:9. Y también encontramos monitores 4K y DQHD. Que el 4K todo el mundo sabe lo que es y el DQHD es Doble QHD y se utiliza para los Ultra Panorámicos 32:9.
Muchos monitores ya incluyen HDR con el que encontraremos una mejoría en calidad de imagen, visualmente es espectacular. Siempre lo recomiendo.
Conozcamos ahora el tiempo de respuesta que es uno de los factores más importantes para un monitor y se mide en milisegundos. Es el tiempo que tarda un pixel en cambiar su color. En este caso deberemos de buscar un monitor que tenga menos de 4 ms GTG, siendo 1ms el valor más óptimo para jugar. Un valor por encima de 4ms podríamos sufrir defectos como el Ghosting o el efecto Blur.
La tasa de refresco se mide en Hz y es la cantidad de veces que la pantalla se actualiza. Aquí entran en juego otros factores. Los Hz que aceptan de entrada los distintos puertos del monitor ya que no todos los puertos se sacan la máxima.
Los FPS que ofrece la tarjeta gráfica también son importantes en cuanto a la tasa de refresco se refiere. Si tu tarjeta gráfica es moderna y buena no tendrás que preocuparte de este dato. Así que, si el equipo es bueno, pero no tienes el monitor adecuado podrás sufrir lo que se conoce como el tearing en el que la imagen se cortará por la mitad.
Como mínimo deberemos de buscar un monitor que nos de 120 o 144 Hz, de ahí para arriba si son juegos competitivos. Para juegos de estrategia con 60Hz vas bien.
El siguiente punto es la tecnología del panel, en este caso tenemos 3 que son los paneles VA, los TN y los IPS. Los IPS son los más conocidos porque son fieles en cuanto a los colores reales y ángulos de visión. Sin embargo, son los que tienen un tiempo de respuesta más alto y esto para jugar no es lo más óptimo. En el otro extremo se encuentran los paneles TN que son justo lo contrario. Nos van a dar una mayor frecuencia de refresco, un menor tiempo de respuesta, pero en cuanto a colores, brillo y contraste van muy justitos. Son los mejores para juegos competitivos puesto que son los más rápidos.
Y luego están los VA que se sitúan entre los IPS y los TN ofreciendo un buen ángulo de visión, un muy buen contraste y buen color. El ángulo de visión suele estar bien, pero pueden perder fiabilidad de los colores dependiendo del ángulo. El tiempo de respuesta y la frecuencia de refresco está en medio, podremos tenerlos buenos, pero a un precio más elevado.
Y no siendo tan importante para la mayoría también puedes elegir si el panel es mate o brillante. Siendo los brillantes mejores para los colores y el contraste, pero los mates no reflejan y se ensucian menos. Y otra cuestión que deberás tener en cuenta es la distancia a la que vas a tener la pantalla, no te pases con el tamaño si no tienes mucho espacio entre tus ojos y el monitor.
Bueno, pues hasta aquí los aspectos más importantes a la hora de elegir un buen monitor para jugar. Espero que si tenías alguna duda haya desaparecido y si aún sigues teniendo mas pregúntanos sin compromiso en: